martes, 6 de enero de 2009

Tarjetas de crédito, ¿amigas o enemigas?

Es muy común encontrarse con gente que afirma que nunca volverá a usar una tarjeta de crédito en su vida. Esto es porque vivieron una terrible experiencia con ellas.
Lo más común es que se endeudaron con compras y pasaron años y años haciendo pagos interminables.
Lo que pasó con la gran mayoría de estas personas es que no supieron utilizar este recurso de financiamiento.
Una tarjeta de crédito bien utilizada puede convertirse en una herramienta de acceso inmediato a dinero o bienes que se necesitan en este momento. Si una persona sabe que muy pronto obtendrá una entrada económica pero necesita hacer la compra hoy, la tarjeta de crédito puede ser un aliado importante.
Un buen ejemplo es una persona que recibirá el salario escolar. Si sabe que dentro de dos semanas recibirá ese beneficio, puede darse el lujo de hacer las compras hoy mismo, aprovechando ofertas o bien, porque quiere evitar carreras de última hora o desabasto en ciertos productos.
Pero esta persona debe saber que una vez que reciba el dinero, lo primero que debe hacer es apartar el dinero que gastó con la tarjeta para irla a pagar en la fecha correspondiente.
El problema es que mucha gente ve muy fácil utilizar el dinero en otra cosa y no se fija que las tasas de interés de las tarjetas son sumamente altas. Si usamos la tarjeta para financiarnos, veremos con horror que nuestra deuda crecerá y crecerá hasta prácticamente ahogarnos.
No olvide que la tarjeta es un medio de pago y no de financiamiento.
Si se mete esto en la cabeza nunca tendrá problemas con sus tarjetas de crédito.

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