viernes, 28 de marzo de 2008

Una guía para ir a la bolsa

Una de las características que tendrá este espacio es tratar de ofrecerle a sus lectores algunas recomendaciones de textos de fácil lectura y que pueden ayudar a comprender, de forma entretenida, cómo es el mercado financiero y económico.
En esta oportunidad traigo a colación el libro "Divisando Wall Street desde el Sur de América", escrito por el analista bursátil panameño José Abbo.
En realidad desconozco si el libro se vende en Costa Rica, pero igual, se puede adquirir a través de Amazon.com, de donde extraigo la sinopsis, con permiso del autor:

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El fascinante mundo de Wall Street. Al Sur de la deriva se divisa un mundo de oportunidades y riesgos. Ante la euforia bursátil que se ha propagado a través del continente Occidental, como consecuencia de la democratización del capital y el fácil acceso a la información ante la evolución de la Internet en los últimos años, muchos exploradores al nuevo mundo se han tirado al altamar sin un plan de navegación. ¡Cuidado! Irse de aventuras en la Bolsa de Valores sin brújula en mano es una proposición peligrosa. Arriesga quedarse rezagado como náufrago en altamar con su capital devorado por ávidos tiburones.
Del sinnúmero de literatura instructiva financiera, que bien pudiera servirle como guía, pocas están escritas directamente en su idioma, en un lenguaje común que le permite comprender lo que implica invertir en acciones, ofreciendo una explicación lógica, sencilla y pintoresca.

¿Dónde encontrar entonces un mapa de navegación que lo guíe a través de esta aventura?

La respuesta está en Divisando Wall Street desde el Sur de América, escrito desde Panamá, el centro del mundo y el corazón del universo, con el propósito de cubrir la falta de material didáctico dirigido exclusivamente a la comunidad de habla hispano. Este libro es un mapa del fascinante mundo de Wall Street, trazado de los cursos de inversión en el país natal del autor, y sus propias experiencias tanto en aguas picadas y calmadas.

Divisando Wall Street desde el Sur de América es una guía básica y completa, que le permitirá:

-Considerar si está preparado financieramente para invertir en acciones.

-Entender, de manera simple, conceptos de valuación financiera de valores.

-Entender y analizar los Estados Financieros de empresas listados en la Bolsa de Valores.

-Aplicar conceptos de análisis técnicos y gráficas para determinar niveles de compra y venta.

-Entender la estructura y el funcionamiento de las principales bolsas de valores en los EEUU.

-Abrir una cuenta con un corredor de bolsa y ejecutar transacciones utilizando la Internet.

-Entender la estructura de los fondos mutuos para integrarlos a su estrategia de inversión.

-Como utilizar la Internet como herramienta de análisis e investigación financiera.


Más información en:

http://www.amazon.com/Divisando-Wall-Street-desde-Am%C3%A9rica/dp/1587360055/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1206738677&sr=8-1

¿Qué hago con mis dólares?

Recientemente conversaba con unos amigos sobre la actual situación del dólar, pues mucha gente cuenta con algún ahorro en esa moneda. Muchos tienen dolarizados los recursos de su pensión, algunas inversiones, reciben el pago de algún alquiler e incluso el salario se los dan en dólares.
La incertidumbre surge pues cada vez el dólar se devalúa más respecto al colón, e incluso se afirma que podría llegar a un piso de 450 colones y hasta menos. La situación tiene tan asustada a tanta gente que muchos piensan deshacerse de deshacerse de sus dólares y refugiarse en la aparentemente moneda local.
Otro elemento que toman en cuenta es que las tasas que pagan las inversiones en dólares también bajan fuertemente.
Pero si se cambian de moneda. tendrán que asumir la pérdida por la caída del dólar en relación con el colón (vale cerca de un 4% menos que hace un año), sin tomar en cuenta que eventualmente la moneda pueda recuperarse.
Otros afirman que es mejor buscar otra opción como el euro, que luce más fuerte que el dólar en estos momentos.
Pero hay que tener cuidado, por si lo que se está dando es una situación PASAJERA. El euro tiene el valor más alto de su historia, y algunos opinan que en algún momento tendrá que caer. En relación con el colón, hay que tomar en cuenta que lo que sucede es que hay un exceso de oferta de dólares, y si ésta disminuye, el valor de la divisa podría aumentar de nuevo.
Pero esta es una situación que sólo podrá verse conformarse pase el tiempo, es decir, que quienes deben pensar en eso son quienes tienen una inversión en dólares a largo plazo.
Quien cree que el dinero lo va a ocupar pronto, sí podría evaluar si mantenerse dolarizado por el resto del año es conveniente para sus intereses. Pero si el dinero no lo necesitará todavía, ¿por qué correr al banco?
Incluso, un experto en la materia como Fernando Estrada, analista del puesto de bolsa Aldesa, me comentó que si alguien tiene inversiones en dólares, que mejor las mantenga.
No es seguro que el dólar se vaya a revaluar en el corto plazo, pero tampoco lo es pensar que el colón seguirá superando a su par norteamericano con el transcurrir de los años.

lunes, 24 de marzo de 2008

La bola de nieve II

En el anterior comentario, se hablaba de la bola de nieve desde el punto de vista de productos financieros como los fondos de inversión de crecimiento y los fondos de pensión.
Ahora quiero exponer de este mismo efecto pero para un emprendimiento propio. Con las tasas de interés tan bajas como las actuales, en realidad el poco dinero que queda disponible para el ahorro tampoco se traduce en un incremento interesante con el paso del tiempo, y mas bien, la tendencia sería negativa si tomamos en cuenta que los precios de lo que compramos sube más rápidamente que lo que nos pagan las entidades financieras por darles nuestros recursos.
En ese sentido, veo mucho más conveniente tomar una pequeña porción (tan pequeña que no demande una erogación que lesione el presupuesto rutinario) y cuyo seguimiento no demande más allá de unas pocas horas a la semana. Debe tomar en cuenta que deben ser recursos que no va a emplear en un largo tiempo, o que incluso usted mismo decida que no los volverá a utilizar hasta que no se cumpla la meta propuesta.
El monto usted lo decide, no importa lo pequeño que sea. Lo primordial es que no implique una erogación que lesione su presupuesto o que sea dinero que debe tomar poco tiempo después.
Otro elemento muy importante. Si lo que estamos hablando es de buscar un incremento de capital, no es buena idea "tocar" el producto de esa inversión inicial. Lo mejor es reinvertirla en la misma actividad.
¿Y en qué actividad? En la que quien va a asumir el emprendimiento tenga el suficiente conocimiento o destreza como para saber que tendrá probabilidades de éxito, por lo menos en la primera etapa de la inversión.
Una actividad afín a lo que se hace podría ser una buena alternativa, siempre y cuando ésta no lo limite en tiempo y disponibilidad de la principal.
Si por ejemplo, si se tiene una ferretería o un bazar, lo que se puede hacer es tener por aparte un producto que no entre dentro del negocio principal. El producto se compraría con ese pequeño capital semilla y las ganancias que se obtengan se utilizarán para comprar más producto, o bien, otro tipo de productos que entren dentro de ese negocio alterno.
Igualmente la opción puede ser interesante para una persona asalariada, o bien un ejecutivo, y ésto sería válido tanto para actividad comercial, inmobiliaria, servicios profesionales, etc.
Lo que debe quedar muy claro es que quien genera la actividad alterna no la necesita para vivir, ni va a tomar pequeños montos para gastos extraordinarios, pues de ser así, se perderá el efecto "bola de nieve".

Para resumir, hay que tener muy claros estos conceptos:

-No utilizar dinero más allá de lo que la persona cree que no necesitará, al menos por bastante tiempo.

-Dedicar unas cuantas horas a la semana, con el fin de dar seguimiento al pequeño negocio. No olvidar la actividad principal o dedicarse de lleno al nuevo negocio, sin estar seguro de que será rentable en el mediano y largo plazo.

-Dinero que entra, no sale. Es decir, lo que se gana será para aumentar el capital del pequeño emprendimiento. Si se toman las ganancias, se está condenando el negocio al estancamiento.

La bola de nieve

Muchas veces hemos oído hablar de la famosa bola de nieve. Lo hemos escuchado en términos muy negativos, pero también positivos.
En lo negativo, ocurre cuando nos metemos en una deuda, y para pagarla, asumimos otra. Para pagar esta otra deuda, tomamos un nuevo préstamo, lo que involucra mayores costos de formalización, a veces tasas más altas y lógicamente, un monto mayor. Cuando nos damos cuenta estamos ante una situación en que la deuda se vuelve insostenible.
Pero veámoslo al revés, como una manera de que un pequeño capital crezca y crezca hasta alcanzar un nivel que nos permita cumplir un sueño o disponer de recursos suficientes para el retiro o cumplir una obligación futura.
Ese principio se refleja más claramente en los fondos de inversión de crecimiento, o bien, los mismos fondos de pensión. En el primero, el capital inicial permanece, mientras el monto crece y crece hasta que el inversionista decide tomar la inversión más los rendimientos.
En el segundo caso, el capital inicial es muy pequeño, pero mes a mes va acumulando recursos y conforme pasa el tiempo, éstos generan un volumen que permitirá al afiliado al plan, de disfrutar de una pensión.
Actualmente ambas figuras sufren la situación de bajas tasas de interés, lo que se supone es una situación coyuntural. Estos productos, en especial los fondos de pensión, deben ver su rendimiento promedio en un espacio largo de tiempo. Y largo no son tres o cuatro años, sino 25 o 30.

¿Vale la pena ahorrar ahora?

Con las tasas de interés que pagan las cuentas de ahorro, los certificados a plazo e incluso la mayoría de los fondos de inversión, uno pensaría que no es buena idea.
Sin embargo, la respuesta debe ser siempre un ¡sí! ¿Por qué?
Porque solo por medio del hábito del ahorro se puede acumular capital que permitirá tener el dinero suficiente para adquirir un bien que se necesita, para cubrir compromisos futuros como la educación de los hijos, la pensión, o tener una reserva para emergencias.
Incluso si uno tiene la capacidad de pago suficiente para comprar una casa o un vehículo, siempre es necesario contar con un dinero para hacer el primer pago (prima) y tener efectivo para pagar los gastos de avalúo y formalización, en los casos que sea necesario. Si no se cuenta con ese dinero, habría que hacer un doble crédito, uno para el primer pago y demás gastos, y otro para la deuda mayor, lo cual no me parece recomendable porque podría crear un desbalance financiero en el corto plazo.
Ahora bien, las señales que envían las autoridades financieras hacen pensar que no vale la pena ahorrar ahora porque las tasas que pagan los bancos y demás entidades financieras no cubre ni siquiera el crecimiento de los precios, es decir, la inflación.
No parece tener mucho sentido ahorrar hoy 1000 colones para comprar algo que dentro de un año valdrá 1100 colones, si con las tasas que se pagan apenas logro la suma de 1050. Tendría más sentido hacer la compra ahora mismo.
No obstante, el actual momento se puede calificar de pasajero. Expertos financieros califican que no es sostenible el actual nivel de tasas. Pueden suceder dos cosas: o que las tasas vuelvan al alza, a niveles muy superiores del 12% por el que podría rondar nuestra actual inflación, o que el Banco Central por fin logre controlar el crecimiento de precios y ésta baje a niveles por debajo del 5 o 6%, con lo que se compensaría el actual nivel de tasas de interés que pagan los bancos a sus ahorrantes.
Esta última situación sería la más deseable, tanto para volver a incentivar el hábito del ahorro, como también para que se mantenga la estabilidad de nuestra economía.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Uso y abuso de las tarjetas de crédito

En los últimos meses ha sido llamativa la competencia que libran las firmas emisoras de tarjetas de crédito, ofreciendo múltiples descuentos a sus clientes.
Los más llamativos en el 2007 fueron las de 35% y50% de descuento en restaurantes, ofrecidas por las empresas Aval (Citigroup) y Credomatic (BAC) que incitaron a elevar el consumo y a aumentar su cartera de clientes.
También está muy de moda que los comercios y las emisoras de tarjetas establezcan convenios, lo que incluye descuentos especiales a quienes las posean. Por ejemplo, Aval realizó un convenio con tiendas como Cemaco y Aliss, y con los Perimercados, lo que incluye no solo descuento en las compras sino hasta regalos de 25 mil colones en la primera compra.
El mejor de los mundos sería tener una tarjeta que permita usar todos estos descuentos, pero como no es posible, lo mejor es tener mucho, pero mucho cuidado.
No es mala idea aceptar una tarjeta en la que le ofrecen un descuento de 25 mil colones por la primera compra. Si no es su tarjeta principal, acéptela, úsela, páguela y después olvídese de ella.
De nada le valdría el descuento si no la paga de contado, porque si financia su compra, el monto que finalmente pagará será mucho mayor aún con el descuento.
Igual para la promoción de restaurantes. Si empieza a salir todos los fines de semana y a almorzar diariamente en los restaurantes que ofrecen descuentos, difícilmente tendrá todo el dinero para pagar de contado, por lo que tendrá que financiarse a un alto costo.
Recuerde que estas tarjetas suelen ser las de más altas tasas de interés en el mercado, por lo que la mejor manera de aprovechar sus planes de descuentos y millas es pagando el monto total una vez que pasa la fecha de corte.

Como siempre, repasamos algunos consejos para el uso de las tarjetas de crédito.

-Tenga una tarjeta principal... el uso de dos, tres o más tarjetas al mismo tiempo puede provocar que el poseedor pueda enredarse, gastar de más y envolverse en una situación complicada para pagar de contado.

-Si utiliza las tarjetas para financiarse, use la de menor tasa, que por lo general son las de los bancos públicos (Nacional, Costa Rica, Popular, Bancrédito). Si siempre paga de contado, aproveche las que ofrecen millas, descuentos y cashbacks más altos, como Credomatic y Aval.

-Si toma una tarjeta para aprovechar el descuento, utilícela para aprovechar la oferta y pague inmediatamente después de la fecha de corte. Si se financia, de nada le valdrá el descuento. Lleve un completo orden de sus tarjetas, revise lo que pagó y de lo que tiene duda, mejor pregunte en el departamento de servicio al cliente, o bien, acuda a alguna sucursal de la entidad.

-No acepte una tarjeta en que le pidan el pago de una membresía. La mayoría no la cobran. Si al año de utilizarla, usted detecta un cobro por membresía, pida inmediatamente que le reversen el cobro.

-Muchas tarjetas ofrecen pagos de seguros y sistemas de asistencia. Cerciórese de que el seguro tenga una buena cobertura y que tenga el respaldo del Instituto Nacional de Seguros. En cuanto a la asistencia, el servicio es excelente, y cubre más allá de situaciones imprevistas del vehículo, pues también se puede usar para problemas de fugas en las tuberías, el rompimiento de un vidrio, etc.

jueves, 13 de marzo de 2008

¿Se puede vivir sin pedir prestado?

Muchos quisieran responder que sí. Desearían nunca endeudarse y hay casos de personas que prefieren guardar y guardar antes de sacar un crédito.
Muchos hacen cálculos del monto que pagan por mes y lo multiplican por el número de cuotas y se mortifican por ese asunto.
En realidad, se puede vivir sin pedir prestado, pero no es lo mejor. El analista bursátil Randall Díaz, quien imparte charlas a inversionistas y público en general periódicamente, afirma que tener una parte de sus ingresos dedicado a préstamos es saludable, siempre y cuando ese crédito sea productivo.
Puede ser para comprar una casa, o un activo que le produzca rentabilidad, o bien, que le ayude a encontrar esa rentabilidad.
Comprar carro con crédito puede resultar una mala idea, pero si resulta que el vehículo es para ir a atender clientes del Valle Central, pues es una excelente inversión que se verá reflejada en el incremento de las ventas o los negocios.
Pero si el carro es para ir a pasear solamente los fines de semana, puede ser que pagarlo sea un tormento, porque no está contribuyendo a un incremento de los ingresos que ayuden a pagarlo.
Comprar una casa sin crédito es prácticamente imposible en estos tiempos. Incluso, alguien que tenga un buen salario, tendría que ahorrar varios años para ajustar el dinero necesario, y muy posiblemente, si lo consigue, necesitará más dinero, porque el valor de las casas sube rápidamente. En este caso, el crédito es necesario para hacerse de un bien preciado, como lo es una vivienda.
De hecho, casi todas las empresas viven de crédito. Los grandes empresarios de este mundo pueden estar llenos de dinero que igual piden prestado. ¿Por qué? porque ponen a trabajar el dinero de otros para multiplicarlo y obtener ganancias mayores a las que podrían tener si solo hubieran usado su dinero.
Y para cerrar, unos consejos que puede seguir con su crédito.

*Como siempre: antes de hacer un préstamo, elabore primero un presupuesto para determinar si tiene posibilidades reales de pagarlo.

*Una vez determinado el monto de su crédito y cuánto representa de su presupuesto, calcule un 10% adicional y se lo suma. Si ve que no lo puede pagar, podría estar asumiendo un riesgo muy grande, pues en un eventual cambio de tasas al alza, el costo de su préstamo podría incrementarse. Un 10% puede ser un buen promedio, tomando en cuenta que también habrá incrementos salariales futuros.


*Bajo ninguna circunstancia se atrase con el pago de su préstamo. Si cae en morosidad, no solo quedará en "lista negra" para cuando quiera sacar un crédito con otra entidad, sino que le podría salir más caro de la cuenta.