jueves, 5 de marzo de 2009

Ofertas para bien o para mal

Con la crisis económica y las bajas ventas, la temporada de ofertas se ha extendido más de la cuenta. Es común encontrar en esta época promociones de 50% y hasta más de descuento por determinados artículos.
El consumidor se enfrenta a un dilema: aprovechar los descuentos bajo el riesgo de endeudarse más de la cuenta.
Creo más bien que debe tomarse como una oportunidad para adquirir bienes que de todas maneras se necesitan con la ventaja de que el costo es mucho menor que hace unos meses.
Esto quiere decir que la oferta solo vale si la persona requiere necesariamente ese bien o si ya tenía presupuestado su dinero para adquirir cierta mercancía o servicio.
Para el primer caso, el mejor ejemplo es si hay una oferta para comprar arroz, artículo indispensable en la mayoría de los hogares.
Pero también es oferta, si tenía pensado comprar un par de zapatos y, a la hora de ir a buscarlos, encuentra que están con precio rebajado.
El problema es llegar a la tienda de zapatos y en vez de comprar el par que necesita, adquiere cuatro o cinco más porque "están en oferta". Ahí lo que está haciendo el consumidor es sobregirar el presupuesto estimado, cayendo en la trampa.
Para quienes están sobreendeudados ya con las tarjetas de crédito, este es un pésimo momento para ir al centro comercial.
En resumen:

*La oferta es válida solo si se trata de artículos que son indispensables comprar o productos para los cuales ya se tenía un presupuesto para adquirirlos.

*Camine y compare en busca de productos similares con mejor precio.

*Si necesita algún artículo y no le han rebajado el precio, pero no es urgente, puede esperar prudentemente unas semanas a la espera de posibles promociones.

*En el comercio solicite una rebaja en el precio del artículo. En esta época, muchos comerciantes preferirán perder un poco de su ganancia que perder la venta.

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